Hace diez años, en la primera década del siglo, aún era limitado el número de organizaciones que implementaban un Sistema de Gestión de la Calidad. Los beneficios de los Sistemas de Gestión Integrados, por supuesto, no eran un tema prioritario en la agenda de los profesionales especializados en gestión organizacional.

El mundo organizacional cambió a velocidades vertiginosas. Hoy, clientes, organismos reguladores estatales y las mismas organizaciones, tienen expectativas y requerimientos mayores en número y en exigencia. El cumplimiento de estos requisitos – particularmente en áreas de calidad, medio ambiente y seguridad y salud en el trabajo -, conduce a la creación de diferentes Sistemas de Gestión, diseñados para facilitar el cumplimiento de las obligaciones y de las expectativas de las partes interesadas.

Al integrar Sistemas de Gestión ISO encontramos cláusulas y requisitos comunes. Sobre ellos hemos hablado en algunas de nuestras entradas recientes. Pero también encontramos procesos operativos comunes, que refuerzan la necesidad y la conveniencia de integrar Sistemas de Gestión ISO.

En la uniformidad de procesos comunes, es donde la organización obtiene interesantes réditos al integrar Sistemas de Gestión ISO, basados en las normas ISO 9001, ISO 14001 e ISO 45001. Sólo por mencionar dos ejemplos, la planificación y el control operativo podrán ser uno solo para los tres sistemas.

Una de las razones por las que se recomienda implementar Sistemas de Gestión Integrados, es la coincidencia en cláusulas y requisitos, presente en las recientes publicaciones de ISO. Particularmente, al implementar Sistemas de Gestión Integrados, se consideran tres estándares ampliamente conocidos, utilizados y probados en su eficacia: ISO 9001, ISO 14001 e ISO 45001.

Estos requisitos comunes se evidencian con mayor claridad cuando se pone en marcha la tarea de implementar Sistemas de Gestión Integrados, sobre todo cuando los estándares a integrar siguen la estructura común del Anexo SL, pues las cláusulas y los requisitos aparecen bajo los mismos números, en los mismos capítulos.

Los Sistemas Integrados de Gestión aportan muchos beneficios a las organizaciones que eligen este modelo de gestión. Optimizar recursos humanos, financieros y tecnológicos, es tal vez el más relevante entre ellos. Pero también tenemos la agilidad y facilidad con que se pueden practicar las auditorías internas.

Evitar la duplicidad de funciones, en los empleados y en los procesos, así como elevar los niveles de productividad y de satisfacción en empleados, clientes y socios comerciales, son también factores que inclinan la balanza hacia el lado de los Sistemas Integrados de Gestión.