Un certificado ISO es, sin duda, un factor diferencial que genera competitividad y liderazgo para una empresa. Obtener una certificación para un sistema de gestión ISO equivale a poner un potente motor en el vehículo que conduce al desarrollo de la organización.
Las tendencias sobre sistemas de gestión ISO en 2025 estarán definidas por la evolución vertiginosa que vive el planeta, sobre todo de la mano del desarrollo de las nuevas tecnologías y del sendero hacia la sostenibilidad, cuestiones a las que no es ajeno el mundo corporativo.
Las tendencias sobre sistemas de gestión ISO en 2025 estarán definidas por la evolución vertiginosa que vive el planeta, sobre todo de la mano del desarrollo de las nuevas tecnologías y del sendero hacia la sostenibilidad, cuestiones a las que no es ajeno el mundo corporativo.
Con la llegada de un nuevo año, analizar las tendencias en gestión de riesgos es una actividad obligatoria para los Risk Manager en esta área. Con un panorama geopolítico y corporativo complejo, 2025 es un año especialmente interesante para revisar las estrategias que utilizarán las organizaciones para enfrentar riesgos cada vez más diversos y dinámicos.
La IA en la gestión de operaciones tiene mucho que aportar en los próximos años. La nueva tecnología, de hecho, ya representa un factor determinante en el propósito de trabajar con eficiencia, agilidad y un alto grado de precisión.
La cláusula 7.4 del estándar de gestión de seguridad y salud en el trabajo especifica los requisitos de comunicación de la norma ISO 45001. La comunicación, al igual que la formación y la concienciación, son temas críticos en la implementación del sistema y de ellos depende en buena medida el éxito del proyecto ISO 45001.
El proyecto ISO 14001 puede surgir en una organización a partir de la propuesta del área de Gestión Ambiental o como resultado del requerimiento de un cliente, un grupo de consumidores o miembros de la comunidad en la que opera la organización.
Los activos de información son todos los elementos físicos, virtuales, tangibles o intangibles que tienen un valor para la organización y para el propósito de garantizar la seguridad de la información. La definición plantea un terreno muy amplio para revisar, identificar y, por supuesto, crear un inventario clasificado de esos activos.
Los indicadores de riesgo son las primeras banderas de alerta que se izan en un entorno corporativo en el que es preciso navegar en aguas que no siempre son apacibles. Todas las organizaciones están expuestas a riesgos y parte de la diferencia entre el éxito o el fracaso empresarial está en una gestión de riesgos eficaz.
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