Las señales de alerta contra el fraude se refieren a situaciones o condiciones indeseables que contribuyen constantemente al fraude, el despilfarro y el abuso de recursos.
Todas las organizaciones se enfrentan al riesgo de fraude, que puede ser interno o externo. Los riesgos internos provienen de personas dentro de la organización que pueden usar su posición para enriquecerse mediante la apropiación indebida de recursos y activos, propiedad de la organización. Por otro lado, los riesgos externos provienen de funcionarios gubernamentales, clientes y contratistas que pueden tratar de obtener dinero ilegalmente.