La gestión de riesgos y oportunidades en ISO 14001 es uno de los cambios más destacados introducidos en la última edición del estándar de gestión ambiental. Este enfoque refuerza la importancia de contar con profesionales con formación especializada, capaces de aplicar estrategias preventivas y aprovechar oportunidades que mejoren el desempeño ambiental de la organización.
Han pasado diez años desde la última revisión de la norma de gestión ambiental ISO 14001. A pesar de su relativa longevidad, y aunque se prevé una actualización que no se publicará hasta 2026, sigue siendo el estándar para la gestión de riesgos ambientales más utilizado en todo el globo y el que centra planes de formación relacionados con la materia.
Implementar un sistema de gestión ISO 14001 de lamano de profesionales cualificados implica para la organización beneficios que pueden ser calificados como estratégicos, debido a su alto valor y al considerable impacto positivo sobre la marca y sobre las finanzas, pero también sobre el medio ambiente.
Crear los documentos obligatorios para la ISO 14001:2015 es una de las primeras tareas que deben realizar los profesionales que trabajan en el proyecto de implementación del estándar de Gestión Ambiental. La lectura del texto de la norma permite establecer cuáles son esos documentos, sin embargo, quienes no están muy familiarizados con la estructura y el léxico propio de ISO pueden encontrar ciertas dificultades.
Información documentada en ISO 14001 es una exigencia del estándar contenida en la cláusula 7.5. Reúne dos términos utilizados hasta la edición 2004 de ISO 14001, de modo que, tras la revisión de 2015, información documentada integra tanto documentos como registros.
Implementar un sistema de gestión ambiental ofrece interesantes beneficios. Si se realiza siguiendo el estándar internacional ISO 14001, esas ventajas se multiplican en cuestiones tan diferentes como cumplimiento normativo, reputación o prácticas ambientales.
El cambio climático en las Normas ISO es una realidad y, como en tantos otros escenarios de la vida moderna, también genera un impacto. Una muestra de ello es la enmienda publicada por ISO en febrero de 2024.
La enmienda, válida para los estándares más utilizados (ISO 14001, ISO 9001, ISO 45001, ISO 27001, etc.), solicita considerar el cambio climático como un elemento determinante para el alcance de los objetivos de cada uno de los sistemas de gestión.
A pesar de los reconocidos y muy citados beneficios que llegan con la implementación de la norma ISO 14001, la Alta Dirección necesitará percibir rentabilidad en el proyecto para avalarlo y asignar los recursos.
Mejorar la relación entre la operación y el medio ambiente, eliminar la posibilidad de sanciones, multas o pérdida de licencias, o proteger la reputación y la imagen de la marca, son algunos beneficios que, sin embargo, no evitan la necesidad de mostrar un indicador de rentabilidad en la implementación de la norma ISO 14001.
La importancia que se concede a los requisitos legales en ISO 14001 es una de las razones recurrentes, además de otras de igual trascendencia, invocada por las organizaciones para implementar el reconocido estándar de Gestión Ambiental.
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