Reducir el consumo de energía con ISO 14001 es uno de los objetivos que se plantean las organizaciones que implementan un Sistema de Gestión Ambiental basado en la norma internacional líder en el planeta.

Desde la aparición de la primera edición de la norma, en 1996, este ha sido uno de los propósitos impulsores de la adopción de este estándar de gestión corporativa. Reducir el consumo de energía con ISO 14001 es, además, un eficaz argumento para explicar el ROI de la implementación y certificación del Sistema de Gestión Ambiental.




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Pero, ¿cómo lograrlo? A partir de las cláusulas pertinentes, y con algunos ejemplos prácticos, explicamos cómo hacerlo.

¿Cómo reducir el consumo de energía con ISO 14001?

Reducir el consumo de energía con ISO 14001 es posible, al considerar el “consumo de energía” como uno más de los aspectos ambientales y como un objetivo del Sistema de Gestión Ambiental, atendiendo el requisito de planificación incorporado en la cláusula 6 de la norma.

Puntualmente, la cláusula 6.1.2 Aspectos Ambientales, establece que “dentro del alcance ya definido para la Gestión Ambiental, se determinarán los Aspectos Ambientales de la actividad, que son susceptibles de ser controlados y sobre los que la organización tiene influencia, así como sus Aspectos Ambientales Asociados”.

Incorporar el consumo de energía como un aspecto ambiental que debe controlarse y reducirse, o incluso como parte de un objetivo ambiental, según el tamaño y el contexto de la organización en particular, ayuda a priorizar la gestión energética y reducir los costes y la pérdida de recursos naturales.

Identificar el consumo de energía como un aspecto ambiental, en la práctica, requiere dividir el problema en las unidades de consumo de acuerdo con la fuente de la generación de la energía.

Fuentes a considerar para reducir el consumo de energía con ISO 14001

En el terreno práctico, las fuentes de energía más utilizadas por las organizaciones son electricidad, gas y agua. Otras, soportan toda su operación en la energía solar o en la energía eólica. Algunas, mucho más complejas y sofisticadas, pueden acudir a la energía nuclear.

Atendiendo a las tres fuentes de mayor uso en la actualidad, estos ejemplos prácticos ayudarán a controlar y reducir el consumo de energía con ISO 14001:

1. Electricidad

Es una fuente de energía de las que mayor coste tiene y, por ello, la que mejor representa la capacidad de reducción que ofrece una adecuada gestión ambiental. Es importante anotar que muchas organizaciones consumen energía eléctrica, a un alto coste, durante sus periodos de inactividad. Esto se puede reducir implementado las siguientes acciones:

  • Apagando luces en habitaciones, oficinas e instalaciones inactivas o desocupadas. Usualmente, esto se puede lograr con señalizaciones, con directrices e instrucciones directas, pero también penalizando a los empleados que no cumplan con las normas al respecto.
  • Designar líderes o responsables que verificarán el cumplimiento de las normas de ahorro, diseñarán nuevas estrategias, las comunicarán y monitorearán sus resultados.
  • Implementar Sistemas Automáticos Inteligentes que racionalicen el uso de la energía. Algunos de ellos, como los sensores de movimiento, o los temporizadores, ya son de uso común en instalaciones medianas y grandes.
  • Utilizar tecnologías ahorradoras, como bombillas LED o la transmisión de energía eléctrica a través de cables ethernet.
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2. Gas natural

El gas natural, un recurso energético de menor coste tradicionalmente, requiere que su consumo sea racionalizado en la actualidad a causa de los últimos acontecimientos que han contribuido a su rápido encarecimiento como fuente de energía:

  • Realizando mantenimiento preventivo a las redes y tuberías para evitar fugas y, de paso, mejorar la seguridad.
  • Ajustando controles y sensores que automaticen el consumo bajo condiciones de temperatura definidas, por ejemplo.
  • Configurar sistemas de calefacción para que solo operen dentro de determinados horarios, que son los de operación de la organización.
  • Prescindir de sistemas de calefacción en pasillos y áreas comunes.

3. Agua

El agua es el recurso natural más importante y el que más debe ser racionalizado, aún sin considerar el coste. El cuidado del agua y su uso proporcional y adecuado, es una práctica que debería ser común a todas las organizaciones, con o sin Sistemas de Gestión Ambiental formalizados. Algunas formas de hacerlo son:

  • Verificar el buen estado de la red, tuberías, grifos, tanques de almacenamiento, para evitar fugas.
  • Ubicar señales estratégicas advirtiendo la necesidad de racionalizar el uso del agua y las consecuencias de no hacerlo.
  • Utilizar grifos semiautomáticos, para evitar que queden abiertos o limitar el consumo.
  • Realizar reuniones con los trabajadores para obtener nuevas ideas sobre cómo disminuir el consumo de agua.

Reducir el consumo de energía permite a cualquier organización obtener beneficios en la medida en que se preservan los recursos, se reducen los costes y se aumenta la conciencia ambiental. Así, junto a los procesos de mejora continua que se consiguen a través de auditorías y revisiones internas, ISO 14001 en el contexto del consumo de energía aporta beneficios y ahorros medibles a todas las empresas modernas.

Transformación digital y gestión ambiental

Reducir el consumo de energía con ISO 14001 será un objetivo mucho más fácil de alcanzar para las organizaciones que inician procesos de transformación digital. La gestión ambiental, digitalizada y optimizada, ayuda a eliminar el error humano y a generar una cultura ambiental sólida en la organización.

La formación, como segundo elemento esencial, asegura la conformidad con los requisitos del estándar, pero también con las obligaciones de cumplimiento en el área ambiental.

Formación en gestión ambiental y desarrollo sostenible

La gestión ambiental ocupa un lugar preferente en la oferta formativa de la Escuela Europea de Excelencia. Los cursos sobre ISO 14001 y la gestión ambiental son programas diseñados por expertos profesionales en este área, con reconocimiento a nivel europeo y de América Latina.

Entre ellos podemos destacar:

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