Las organizaciones del sector necesitan gestionar la seguridad alimentaria, por razones regulatorias, pero también como factor determinante en su estrategia de negocio.

Gestionar la seguridad alimentaria tiene un impacto positivo importante en la imagen de marca, lo cual redunda en un incremento del número de consumidores. En este sector en particular, los clientes necesitan confiar en su proveedor de alimentos y tener una percepción positiva de los procesos que implementan para fabricar sus productos.




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Gestionar la seguridad alimentaria requiere considerar algunos aspectos esenciales. ¿Cuáles son? A continuación, los identificamos y explicamos, uno a uno, así como el porqué de su importancia para garantizar la seguridad de los consumidores de todo tipo de alimentos.

Gestionar la seguridad alimentaria – Principales aspectos a considerar

Gestionar la seguridad alimentaria implica diseñar e implementar procesos que garantizan que, en todos los puntos de la cadena, se observan las mejores prácticas de higiene y seguridad.

Al hacer referencia a “todos los puntos”, significa que la gestión se extiende a los proveedores, transportistas, puntos de almacenamiento y, por supuesto, preparación y empaquetado.

Hoy, el sistema más extendido para gestionar la seguridad alimentaria es el Análisis de peligros y puntos críticos de control – HACCP por sus iniciales en inglés -. El sistema HACCP ayuda a las organizaciones del sector a identificar amenazas y diseñar e implementar procesos y procedimientos que garanticen que estos riesgos desaparezcan o se minimice su impacto o su probabilidad de ocurrencia.

Tomando como base este sistema, hemos identificado 8 aspectos principales a considerar para gestionar la seguridad alimentaria en empresas del sector:

1. Higiene alimentaria

Adoptar las mejores prácticas de higiene minimiza los riesgos para el consumidor. Este es un aspecto esencial en el sistema, para garantizar que los alimentos que se sirven o se expenden sean seguros para el consumo humano.

2. Etiquetado y envasado

De acuerdo con cada país es preciso cumplir con las regulaciones sobre etiquetado. Las normas indican lo que debe informarse al consumidor, y la forma correcta de hacerlo. Esto garantiza la toma de decisiones informadas por parte de los consumidores, sobre todo aquellos que padecen enfermedades, siguen una dieta o son alérgicos a determinados ingredientes.

3. Alérgenos y aditivos

Precisamente sobre los alérgenos, es preciso adoptar normas muy estrictas, y proporcionar la información que sobre este tema requiere el consumidor. Igualmente, sobre los aditivos utilizados, aclarando que estos deben ser aprobados por las diferentes agencias reguladoras en cada país.

4. Los proveedores

Pocos alimentos se producen total y absolutamente en un solo lugar. De ahí la expresión “cadena alimentaria”. El sistema debe alcanzar toda la cadena, y para ello, es preciso asegurar que los proveedores, de subproductos o ingredientes, así como los que almacenan temporalmente, transportan o distribuyen, observen prácticas seguras y efectivas de manipulación.

Elementos tan importantes como la cadena de frío, para los alimentos que la requieren, el adecuado embalaje, la higiene o la calidad de los productos, deben asegurarse en la organización, pero también para todos los proveedores.

Las organizaciones del sector necesitan #GestionarLaSeguridadAlimentaria por razones regulatorias, entre otras. Estos son los aspectos a considerar. Clic para tuitear

5. Trazabilidad

La trazabilidad es el elemento que permite comprobar que se observan las mejores prácticas en todos los puntos de la cadena de suministro. Para garantizar la trazabilidad, es preciso mantener registros de todos los proveedores, incorporando el nombre y la dirección, el tipo y la cantidad de productos que suministra, las fechas de las entregas y los números de lote.

6. Inspecciones y revisiones

Algunos tipos de revisiones serán practicadas por organismos reguladores o agencias encargadas de hacer cumplir la normativa vigente. Pero la organización también debe monitorear, revisar e inspeccionar su gestión y la de sus proveedores, como medida preventiva para garantizar la seguridad de los consumidores.

7. Retirada de productos

Deben establecerse protocolos para la retirada inmediata de productos, en caso de que se presente un incidente o una amenaza inminente real o presunta, que evidencie la alteración, contaminación o deterioro de un alimento o sus ingredientes.

8. Formación y capacitación

Algunos empleados tendrán funciones claves dentro del sistema. Ellos deben recibir procesos de capacitación y formación acordes con la relevancia de sus tareas. Otros procesos de formación se deben implementar para todos los empleados en empresas del sector, aunque estos sean transportistas, almacenadores o envasadores.

La formación de los trabajadores del sector alimentario es tal vez el aspecto más importante en la gestión de la seguridad alimentaria. Sobre este tema, tenemos una interesante sugerencia en nuestro apartado final.

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