inspección de riesgos

La inspección de riesgos es la forma más acertada para identificar peligros o factores desencadenantes de eventos que pueden afectar a las operaciones, finanzas y la continuidad de una organización o incluso la seguridad y la salud de las personas que pertenecen a ella.

Pero la inspección de riesgos también es una herramienta útil para saber exactamente dónde están los peligros y verificar si estos están bajo control. En muchos casos, la inspección de riesgos es un requisito previsto en leyes y normativa internacional, nacional o local.

Experto en Gestión de Riesgos

En otros casos, la inspección de riesgos es un requisito para obtener una licencia, tramitar una póliza de seguros u aprobar una auditoría. Por eso, la inspección de riesgos es algo que va más allá del cumplimiento.

Inspección de riesgos – Los beneficios

Los profesionales en el área de gestión de riesgos entienden el gran valor que tienen las inspecciones de riesgos. Como, por ejemplo, los siguientes:

  • Identificar factores de riesgo y establecer controles para ellos.
  • Medir el desempeño de los Sistemas de Gestión y sus controles.
  • Determinar necesidades de formación y capacitación.
  • Identificar oportunidades de mejora para los procesos y, por extensión, para los Sistemas de Gestión.
  • Reforzar la cultura de prevención de riesgos.
  • Demostrar el compromiso de la organización y sus líderes, con la seguridad y la prevención en todas las áreas.

Inspección de riesgos – Tres formas para mejorarla

La mejora continua es un requisito en muchos Sistemas de Gestión, de calidad, medio ambiente, seguridad en el trabajo o seguridad de la información, por mencionar sólo algunos.

El modelo PDCA, ampliamente descrito en muchos de nuestros artículos anteriores, se basa en el desarrollo cíclico de cuatro etapas: Planear, Hacer, Verificar y Actuar. Las inspecciones de riesgos, al igual que las auditorías, se enmarcan dentro de la fase de verificación. De ahí su importancia, y la necesidad de encontrar formas para mejorar su eficacia.

Estas son tres formas de hacerlo:

Optimizar las listas de verificación de la inspección

Utilizar una lista de verificación para realizar la inspección de riesgos es una muy buena idea. Lo que no lo es tanto, es acudir a la misma lista que se diseñó hace diez años.

La inspección será tan útil como lo que se tenga previsto revisar o las preguntas que se hagan. Por eso es importante revisar y actualizar las listas de verificación antes de iniciar la inspección.

Una forma para hacerlo es preguntando, ¿qué ha cambiado desde la última actualización?, ¿cuáles son los nuevos riesgos que han aparecido en ese periodo de tiempo?

Por supuesto, si la organización ha modificado sus procesos, ha expandido su operación, ha lanzado nuevos productos o ha incorporado nueva tecnología, estos son factores que obligan a considerar nuevos riesgos y, por tanto, a optimizar la lista de verificación para la inspección.

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Identificar y priorizar los riesgos

El enfoque basado en riesgos está presente en los estándares ISO de reciente publicación. Y hay una razón para que esto sea así: conocer los riesgos y saber dónde están los que pueden tener mayor impacto negativo o mayor probabilidad de ocurrencia.

Aunque el objetivo primordial de la inspección de riesgos es hallar nuevos peligros, o fuentes de ellos, es importante sabe dónde es preciso concentrar la atención.

Algunas preguntas clave para optimizar y mejorar la inspección pueden ser:

  • ¿La organización ha verificado que la lista de verificación prevea ítems que se ocupen de lugares, procesos o eventos de alto riesgo?
  • ¿Cómo garantiza la organización que, en el evento de identificar un riesgo alto, la resolución de este problema se priorizará por encima de otros problemas menores?
  • ¿Cómo se asegura que los problemas se resuelven en un periodo de tiempo adecuado?
  • ¿Las inspecciones de riesgos se realizan con un lapso de tiempo adecuado, que garantice su eficacia?

Establecer tendencias y utilizarlas para mejorar

Si tan sólo se realizan inspecciones, pero no se establecen métricas y no se comparan con resultados anteriores, para identificar tendencias, se desperdicia una excelente oportunidad para identificar áreas en las que se presentarán problemas en el futuro, o en las que se encuentran evidentes oportunidades de mejora.

Es común encontrar una no conformidad, hasta cierto punto menor, sobre la que no se trabaja en una acción correctiva, precisamente por su carácter menor. Pero, en una nueva inspección, esta no conformidad ha adquirido una relevancia mayor, sin llegar a ser aún un gran problema.

Es previsible el resultado de una nueva inspección: el problema será mayor y el impacto negativo igualmente mayor. Es, por supuesto, una situación que se veía venir y que se podría haber solucionado a tiempo.

Los resultados de las inspecciones nos permiten prever si un riesgo aumentará o se expandirá a otras áreas. Contar con estas métricas, y tener la capacidad para representarlas en modelos gráficos, lleva a una mejor comprensión de los problemas y de la forma en que pueden ser tratados.

Esto requiere contar con profesionales experimentados, formados en el área de Gestión de Riegos.

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