gestor de riesgos

La gestión de riesgos es una tarea clave en las diferentes áreas de una organización, desde las productivas hasta las económicas. Por ello, el gestor de riesgos ha de ser un profesional de gran exigencia y que cumpla con determinadas cualidades.

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Ser o llegar a ser este profesional pasa por potenciar 10 habilidades esenciales que veremos a continuación.

Habilidades esenciales para ser un buen gestor de riesgos

El gestor de riesgos es requerido por todas las organizaciones, sin importar su tamaño o el sector en el que operen. Por supuesto, aquellas de menor tamaño, delegarán esta función a un empleado como tarea accesoria. Otras, de mayor complejidad y tamaño, contarán con la colaboración de un profesional en el área a tiempo completo.

En uno u otro caso, es importante que el gestor de riesgos cuente con las siguientes habilidades:

1. Capacidad para absorber y procesar información

El riesgo es incertidumbre. Y la incertidumbre es el resultado de no contar con información suficiente y confiable. Por tanto, si de alguna manera logramos obtener y analizar más información y de mayor calidad, podremos reducir los niveles de riesgo.

La capacidad para evaluar situaciones específicas, obtener información, analizarla y procesarla es la habilidad numero uno para ser un buen gestor de riesgos.

2. Capacidad para comunicar

Hacerse entender y enviar un mensaje claro a superiores, subordinados, clientes o proveedores es básico. Además, el gestor de riesgos necesita conectarse con otros profesionales del riesgo de otras organizaciones, compartir experiencias, conocer nuevas herramientas de análisis y saber qué está ocurriendo en el mundo de la gestión de riesgos tras los muros de su propia organización.

3. Análisis financiero

La gestión de riesgos siempre ha estado atada al análisis financiero. Un gestor de riesgos que no posea la habilidad de analizar en términos financieros los eventos que evalúa a diario es probable que termine utilizando recursos económicos, humanos y tecnológicos de forma desproporcionada.

4. Serenidad para medir los riesgos

La inminencia del riesgo no debe anular la visión del profesional. La calificación de la importancia de un riesgo es el resultado de un análisis sereno, profesional y basado en datos e información.

Para que esto sea posible, el gestor de riesgos utiliza herramientas de medición, evaluación y calificación, sin dejar que su juicio sea influido por factores subjetivos o condicionantes externos.

5. Capacidad para trabajar bajo presión

Algunas personas, en diferentes posiciones dentro de la organización, se derrumban cuando deben trabajar bajo presión. Tienen dificultades para controlar sus emociones frente a situaciones estresantes. Un buen gestor de riesgos, por el contrario, ante una situación crítica, responde con una evaluación racional, producto de un análisis rápido pero acertado. 

Por supuesto, el profesional del riesgo debe saber manejar la situación para que los eventos imprevistos y estresantes representen excepciones. 

Para desarrollar su trabajo, el gestor de riesgos necesita tener ciertas habilidades esenciales. Conozca hoy, las 10 principales. Clic para tuitear

6. Proveerse de las herramientas adecuadas

El problema hoy no es tanto la falta de información sino los medios para encontrarla, clasificarla, calificarla, organizarla y procesarla con la suficiente velocidad para tomar una decisión oportuna.

Entonces, el profesional del riesgo debe contar con las herramientas adecuadas para realizar un análisis rápido y efectivo y, a la vez, clasificar y almacenar la información de tal forma que pueda ser utilizada cada vez que se requiera. Será útil el manejo de soluciones tecnológicas, métodos de análisis, indicadores…

7. Tener conocimiento sobre el negocio de la organización

El profesional del riesgo debe conocer y entender el negocio de la organización, pero también su estrategia comercial, su misión y su visión. Así, el profesional del riesgo tendrá una mejor posición para identificar los riesgos, evaluarlos, clasificarlos y tomar las acciones necesarias para tratarlos.

8. Diplomacia y capacidad para convencer

La implementación de acciones preventivas y correctivas forma parte inherente del trabajo del profesional en gestión de riesgos. Sin embargo, estas acciones son sinónimo de cambio, y la inmensa mayoría de los empleados son reacios a él.

Por ello, es necesaria la habilidad para convencer y negociar. Por supuesto, siempre existirá la opción de imponer las medidas por la fuerza. Pero esto disminuye de forma notable la posibilidad del éxito.

9. Una mentalidad enfocada en la estrategia

El profesional del riesgo necesita una mentalidad estratégica para comprender los riesgos potenciales para la organización, tanto a nivel de cada área como dentro del contexto local, regional, nacional o internacional de la organización.

Debe tener la capacidad de entender la naturaleza dinámica, siempre cambiante, de los mercados y la posición estratégica que, dentro de ellos, ocupa su organización. Pero esta mentalidad estratégica no viene sola. Es el resultado de la última de las habilidades que consideramos esenciales para un gestor de riesgos.

10. La formación y la capacitación

La gestión de riesgos es hoy un campo profesional que requiere que los gestores aprendan nuevos conceptos, dominen herramientas, conozcan normas y estándares internacionales y, en esencia, se formen y se capaciten en esta muy importante especialidad para las organizaciones modernas.

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