Liderazgo

Los líderes saben que para crear progreso en una organización necesitan de la ley del gran impulso.

Para explicar esta ley de liderazgo podemos basarnos en la película Stand and Deliver. El protagonista de esta película se llama Escalante, un maestro de una escuela secundaria llamada Garfield, cuya historia es un estudio de la ley del gran impulso.

La enseñanza, la motivación, y el liderazgo corrían en la sangre de Escalante, aun desde su juventud en su país natal Bolivia. El deseo ardiente de Escalante era hacer una diferencia en la vida de la gente.

A los cuarenta y tres años comenzó a trabajar en la escuela secundaria Garfield, y aunque iba a enseñar informática, no había fondos para computadores. Como era titulado en matemáticas, lo destinaron a enseñar matemáticas básicas. Esta decepción hizo que fuera a buscar su primer grupo, con el deseo de poder seguir con su sueño y hacer una diferencia en la vida de la gente.

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Los inicios del líder

Este líder se encontró con bastantes problemas en Garfield. A su llegada la escuela era un caos: no había disciplina, surgían peleas, había grafitis y basuras, los estudiantes vagaban por el campus…

Lo que ocurría en la escuela era que su director, de pensamiento liberal, Alex Avilez, fomentaba el reconocimiento de las pandillas en el campus. Motivó a dieciocho pandillas a colocar sus placas en lugares del campus para que fueran sus lugares de reunión.

Escalante, ante esta situación no sabía cómo iba a poder hacer una diferencia.

Aunque pensó en renunciar, su pasión por la enseñanza, motivación y liderazgo y por mejorar la vida de sus estudiantes no se lo permitía.

Los estudiantes estaban condenados si la escuela no cambiaba. El cambio vino cuando peligraba el reconocimiento oficial con el que contaba la escuela, y la administración tomó el mando, despidió a Avilez y contrató a un líder mejor: Paul Possemato. A su llegada, este líder limpió la escuela, eliminó la actividad de pandillas y salvó a Garfield.

En la película se ve como Escalante toma la iniciativa de preparar a los estudiantes a tomar un examen de colocación avanzada. Él creía que así podía causar un impacto en la vida de los estudiantes, y el modo de empezar era desafiando a los mejores y más inteligentes a tomar un examen de colocación de cálculo.

Claves del liderazgo: preparación y motivación

Estos estudiantes solo podrían tener éxito si eran inspirados por su líder de forma eficaz y preparados de forma correcta. Escalante era un gran motivador con sus alumnos: les ponía tareas extra, retaba a los atléticos a un partido de balonmano, los llevaba a almorzar como recompensa…

Si se volvían perezosos los inspiraba, los sorprendía, los divertía, y hasta los intimidaba.

Por otro lado la preparación era más difícil porque introdujo más álgebra y trigonometría a los estudiantes en niveles más bajos, y obtuvo que algunos de sus colegas hicieran lo mismo.

También comenzó a buscar apoyo para un programa de verano en el que se enseñara matemáticas avanzadas. Con el tiempo, los estudiantes mejoraron.

Liderazgo: El gran impulso

Comenzó en 1978 con un grupo de 14 alumnos, la segunda semana perdió a 7, al final de primavera solo quedaban 5 y aprobaron solo 2.

Al siguiente año, formó un grupo de 9 alumnos, 8 tomaron el examen y 6 aprobaron.

En 1980 formó un grupo de 15 estudiantes, de los que 14 aprobaron.

Al siguiente año fueron 18 alumnos los que se unieron al grupo de Escalante pero se encontraron con una interrupción de su impulso. Los examinadores del Servicio educativo de examinación acusaron a los estudiantes de Escalante de hacer trampas. Esto se convirtió en una pesadilla burocrática e indignación de los estudiantes, pero no les quedó otra opción que repetir el examen.

¿Cuáles fueron los resultados? Aunque los estudiantes habían estado fuera de la escuela y no habían estudiado por tres meses, cada uno de los estudiantes aprobó el examen. Ese año, el porcentaje de estudiantes del líder Escalante aprobados fue ciento por ciento.

Lo que pudo haber destruido el impulso que Escalante había creado en Garfield, se convirtió en un verdadero creador de impulso. Los estudiantes de la escuela ganaron confianza, y las personas de la comunidad apoyaron a Escalante y su programa.

En 1987, nueve años después de que Escalante encabezara el programa, los estudiantes de Garfield tomaron más de 325 exámenes de colocación avanzada. Y lo más increíble de todo es que Garfield tenía una lista de espera de más de cuatrocientos estudiantes. La escuela que una vez había sido el objeto de burla del distrito y que por poco perdió su reconocimiento oficial, se había convertido en una de las tres mejores, gracias al liderazgo de Escalante. Ese es el poder de la Ley del Gran Impulso.

Solo un líder puede crear impulso. Es esencial contar con un líder que cree impulso, los seguidores lo van a percibir. La creación del impulso debe llevarla a cabo alguien que tenga la capacidad de motivar a los demás.

Verdades sobre del impulso y el liderazgo

  • El impulso provoca que los líderes se vean mejor de lo que son.
  • El impulso hace que los seguidores se desempeñen mejor de lo que son.
  • Es más fácil conducir el impulso que comenzarlo.
  • El impulso es el factor de cambio más poderoso.

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Si usted desea hacer cosas grandes y espectaculares en su organización, no se le ocurra jamás subestimar el poder del impulso. El impulso es el mejor amigo del líder. Desarrolle el impulso y podrá hacer casi cualquier cosa. Ese es el gran poder de esta ley de liderazgo: ley del gran impulso.

Para conocer otras leyes de liderazgo siga atento a nuestro blog.