Liderazgo
Los líderes más eficaces siempre son el objetivo de personas valiosas. Todos los directivos y gerentes saben el tipo de personas que les gustaría tener en sus organizaciones, cómo serían sus empleados perfectos, qué cualidades deben tener, la edad…
Cuando un directivo se plantea estas cuestiones se dará cuenta que lo quiere no es lo que va a marcar el tipo de individuos que va a obtener para su organización, sino lo que este directivo es.
Hagamos un ejemplo. Imaginémonos que somos el directivo de una gran empresa y hagamos una lista con las cualidades que nos gustaría que tuvieran las personas que formaran parte de ella. A continuación al lado de cada cualidad pongamos un tic si nosotros poseemos esa cualidad y una “x” sino la poseemos. Si hay muchas “x” significa que las personas que hemos descrito no nos van a seguir, no nos van a seguir porque no son como nosotros. En esto reside la ley del magnetismo, solo vamos a atraer a personas que son como nosotros.
Para comprender un poco mejor esta ley de liderazgo, trasladémonos a situaciones cotidianas de la vida. Normalmente los buenos estudiantes pasan su tiempo con buenos estudiantes, la gente que le gusta jugar se reúne con gente similar, etc.
La atracción entre líderes y personas similares
Naturalmente es totalmente lícito que un líder salga a buscar personas que son diferentes a él. Todo buen líder sabe que uno de los factores que componen el éxito es buscar un personal que compense los puntos débiles que ellos poseen. Con este pensamiento, el líder puede centrarse y sacar adelante las áreas en las que él es más fuerte, y, mientras otros se harán cargo de los asuntos importantes que podrían ser descuidados. Este planteamiento parece perfecto pero es muy importante tener presente que las personas diferentes a usted no serán atraídas por naturaleza. Un líder atraerá a individuos que son como él.
Por ejemplo, los Cowboys de Dallas de la NFL, en los años sesenta, contaban con una imagen muy limpia, el presidente y el gerente general del equipo eran hombres de bien y los jugadores eran individuos similares con fuertes valores. Todos estos factores hacían que el equipo fuera conocido como “el equipo de Norteamérica”. Era uno de los equipos más populares y respetados del país.
Cuando, en 1989, cambiaron de director y los jugadores comenzaron a ser sustituidos, la imagen de los Cowboys de Dallas comenzó a decaer. Algunos jugadores e incluso el propio director se vieron envueltos en problemas legales. El aspecto del equipo cambió totalmente.
El aspecto del equipo cambió tan drásticamente debido a la ley del magnetismo. El nuevo dueño no era una persona transparente, tenía negocios a las espaldas del equipo perjudiciales.
El equipo necesitaba un buen líder con carácter y valores fuertes, tal como el director que fue contratado un tiempo después. Solo así podrá el equipo atraer a personas con valores y cambiar completamente al equipo gracias al fundamento de la ley del magnetismo.
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Aspectos comunes entre el líder y sus seguidores
Entre un líder y sus seguidores hay una serie de características que comparten con sus seguidores. Si usted se para a pensar seguro que descubre que sus seguidores tienen cosas en común con usted en aspectos como:
- Actitud.
Las personas positivas y negativas rara vez se atraen entre sí. Normalmente las personas que solo ven oportunidades y retos en la vida no quieren que otros les hablen de lo mal que le salen las cosas y otros aspectos negativos.
- Generación.
La gente atrae a otros de su misma edad. Por ejemplo existen compañías cuyos presidentes solo tienen 1 o 2 años de diferencia entre ellos. Si encontramos a un joven de unos 20 años inteligente y dinámico dirigiendo un departamento específico atraerá a personas de características similares, es decir de aproximadamente 20 años, inteligentes y dinámicas.
- Valores.
Los líderes atraen a individuos cuyos valores son similares a los suyos propios. No importa si se trata de valores positivos o negativos. Podemos poner dos ejemplos a este respecto: John P. Kennedy y Adolfo Hitler.
El primero era un joven idealista que quería cambiar el mundo y que atrajo a miles de personas jóvenes e idealistas. Por otro lado Adolfo Hitler, que fue un líder muy fuerte, contaba con unos valores muy corrompidos, por lo que solo atrajo a personas similares del tipo de Hermann Goering, fundador de la Gestapo o Reinhard Heydrich, policía nazi que ordenaba ejecuciones masivas. Este ejemplo es un reflejo de la ley de liderazgo del magnetismo, cualquiera que sea el carácter de un líder habrá gente similar que lo seguirá.
- Capacidad de liderazgo.
La gente que un líder atrae tendrá la misma capacidad de liderazgo que él tiene. Aunque según la ley del respeto la gente sigue a líderes más fuertes que ellos por naturaleza, hay que tener en cuenta la ley del magnetismo que dice que un líder solo atraerá a los que son como él. En definitiva los líderes que va a atraer otro tendrán un estilo y una capacidad similar a la suya.
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Esta es la ley del magnetismo que todo líder debería conocer. Si quiere seguir descubriendo leyes de liderazgo siga atento a nuestro blog.