Liderazgo

Un líder siempre va a necesitar trazar sus prioridades. Un buen líder va a determinar sus prioridades ya dirija un grupo pequeño, una iglesia, una empresa o una gran compañía.

Cuando una empresa u organización comienza a crecer, comienza también a realizar más actividades. Esto no significa que se esté cumpliendo su misión con gran éxito. Por tanto, es esencial tener en cuenta la ley de liderazgo de las prioridades.

John C. Maxwell nos cuenta en su libro “Las 21 leyes irrefutables del liderazgo” que ha usado 2 pautas que le han ayudado a medir su actividad y determinar sus prioridades:

[sociallocker id=”2930″]

  • Principio de Pareto.

Si concentra su atención en las actividades que están en el 20% principal, tendrá un retorno del 80% de su esfuerzo. Por ejemplo, si tiene 10 empleados, debe dedicar el 80% de su tiempo y atención a los 2 mejores. Si tiene 100 clientes, sus mejores 20 clientes lo proveerán del 80% de su negocio. Si su lista de cosas pendientes tiene 10 elementos, los más importantes le darán un retorno del 80% de su tiempo. Es un fenómeno que realmente funciona.

  • Pauta de las tres R: requisito, retorno y recompensa.
    • Requisito. Todas las personas tenemos unas responsabilidades ante alguien. Nuestra lista de prioridades debe comenzar por lo que se requiere de nosotros mismos. Todo requisito no necesario hay que eliminarlo o delegarlo.
    • Retorno. Un líder debe pasar la mayor parte de su tiempo trabajando en sus áreas más fuertes. Si en la organización que dirige este líder hay una persona capaz de realizar determinada labor en un 80%, convendría delegar dicha labor. Si una responsabilidad podría potencialmente alcanzar el nivel establecido, entonces el líder deberá preparar a una persona que se encargue de la misma.
    • Recompensa. Las cosas que producen las recompensas personales más grandes son como encendedores en la vida de un líder. Nada energiza a una persona como lo hace la pasión.

Organiza tus prioridades

Es importante pensar cómo vamos a emplear nuestro tiempo y revisar las prioridades. Lo primero que debe hacer un líder es fijar sus áreas de prioridades clave, para después asignar la cantidad de tiempo que se le dedicará a cada uno. Esto puede ser un ejemplo:

  • Liderazgo: 19%
  • Comunicación: 28%
  • Creación: 31%
  • Trabajo en red: 12%

Para la persona de este ejemplo, estas cuatro áreas son absolutamente necesarias para el crecimiento y salud de su organización, y le producen retornos más grandes por su tiempo. Es necesario revisar estas pautas cada año con el fin de medir bien la eficacia. Para no dejar de ser eficaz hay que tener en cuenta la ley de liderazgo de las prioridades.

Grandes líderes y la ley de prioridades

Existen varios ejemplos de líderes que han puesto en práctica estas pautas, algunos ejemplos son:

  • Norman Schwarzkopf, cada vez que asumía un nuevo mando examinaba las prioridades de la unidad.
  • Lee Iacocca, cuando se hizo cargo de Chrysler, lo primero que hizo fue reordenar sus prioridades.
  • El explorador Roald Amundsen consiguió exitosamente llevar y traer de vuelta a su equipo al Polo Sur gracias a su capacidad para determinar las prioridades correctas.

Los líderes que consiguen alcanzar el éxito, siguen la ley de prioridades.

Los mejores líderes pueden poner a funcionar la Ley de las Prioridades a favor de ellos y satisfacer muchas prioridades con cada actividad. Esto en realidad les permite aumentar su enfoque y disminuir su número de acciones.

Fija tus prioridades para lograr tu propósito

John Wooden, quien fue director del equipo de baloncesto los Bruins de UCLA, lo llamaban el mago de Westwood gracias a las grandes hazañas que realizó en el mundo del deporte.

La evidencia de la capacidad de Wooden para hacer que la Ley de las Prioridades funcionara para él se apreciaba en la forma en que organizaba la práctica del baloncesto.

Cada año, Wooden ejercía su liderazgo fijando una lista de todas las prioridades para el equipo, fundamentadas en las observaciones de la temporada anterior. Algunos ejemplos de temas que podían incluir esta lista eran crear confianza en algún jugador, o practicar ejercicios de continuidad 3 jugadores a 2, al menos tres veces a la semana. Generalmente tenía más o menos una docena de cosas en las que quería trabajar a lo largo de la temporada.

No obstante este líder, revisaba también todos los días el plan para sus equipos. Cada mañana, él y su ayudante planeaban meticulosamente la práctica del día. Casi siempre pasaban 2 horas en la creación de las estrategias para una práctica que quizás no durase esa misma cantidad de tiempo.

El aspecto más extraordinario de este líder, y lo que más resalta de su capacidad para concentrarse en sus prioridades, es que nunca observaba a los equipos contrarios, sino que prefería concentrarse en obligar a sus jugadores a alcanzar su potencial mediante práctica e interacción personal con ellos. Su meta no era ganar campeonatos ni ganar al equipo contrario, deseaba que cada persona jugara según su potencial e intentaba llevar al campo el mejor equipo posible.

[/sociallocker]

Como consejo, dedica un tiempo a evaluar las prioridades de tu liderazgo. ¿Estas disperso por todas tus actividades? ¿Te enfocas en las que producen mayores recompensas? Si un líder no vive según la ley de prioridades probablemente malgaste su tiempo.

Para conocer más sobre las leyes de liderazgo visite nuestro blog.