Cuadro de Mando Integral

El Modelo Balanced Scorecard forma parte de un gran número de organizaciones en todo el mundo. Ha sido adoptado como una herramienta de gestión estratégica que aporta grandes ventajas y mejoras en las empresas.

Toda organización tiene una manera de competir, y es necesario conectar nuestra forma de competir con el Cuadro de Mando o modelo Balanced Scorecard. Existen varias formas de ver esta integración, y como no podemos tratarlas todas nos quedaremos con el enfoque de Michael Porter, el cual propone 3 modos de competir:

  • Liderazgo en coste

    Las organizaciones que se ajustan a este modelo requieren medir su eficiencia y eficacia, debido a que su objetivo es la competición por precio, pero sin olvidar el nivel de calidad que deben mantener para no salir del mercado. Controlaremos variables como:

    • Costes de producción. Aquí podemos incluir mejoras en las compras de materias primas, reducir tiempos en sus operaciones, y otras técnicas que permitan ahorrar costes.
    • Costes de no calidad. Lo que queremos es evitar cualquier gasto provocado por la falta de calidad, como los derivados del desperdicio de piezas defectuosas, reparaciones por garantías…
    • Costes de distribución. Casi todas las empresas buscan realizar mejoras de logística porque implican un aumento en la satisfacción de los clientes y un ahorro de costes.
  • Liderazgo por posicionamiento

Estos líderes son los que han apostado por una venta por prestigio. Analizarán la satisfacción de sus clientes y medirán la imagen de marca mediante recursos de investigación comercial.

En este caso las variables a estudiar no se producen por sí mismas, provienen de un proceso de investigación resultante de consultas a los clientes.

  • Especialista

Los especialistas son los que se mueven en un marco estrecho, tanto de clientes como de competidores. Por tanto el modo de actuar de este grupo debe ser atendiendo a su nicho de mercado y analizando la cuota de mercado, el grado de satisfacción de los clientes, la posición de sus competidores…

Tras ver los estilos de liderazgo existentes en el Cuadro de Mando, es momento de analizar el Cuadro de Mando y la posición competitiva.

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Las empresas, en función de su posición competitiva, pueden clasificarse en:

  • Líder.
  • Seguidor.
  • Retador.
  • Franco tirador.

La clasificación como líder puede referirse al liderazgo por facturación. La empresa que desee ser líder deberá estar midiendo constantemente su participación en el mercado y a la vez observar a sus competidores de referencia.

También puede referirse al liderazgo tecnológico, el cual puede medirse con la aparición de nuevos modelos, el número de innovaciones tecnológicas… Las medidas serán comparadas con datos similares de la competencia o con datos internos de periodos anteriores.

Por otro lado, tanto el retador como el seguidor solo podrán saber si están en el camino adecuado comparando sus acciones con las del líder. A este tipo de empresas les resulta esencial establecer un cuadro de magnitudes con toda la información de su competidor de referencia.

Los franco tiradores, sin embargo, compiten mediante la búsqueda y explotación de segmentos de mercado no descubiertos aún por los líderes o que no son interesantes para ellos. El Cuadro de Mando de los franco tiradores deberá contener alguna magnitud que indique si su posicionamiento sigue sin estar contaminado por competidores.

Normalmente todas las empresas están enmarcadas en una de estos cuatro grupos, ya sea por una decisión tomada conscientemente o porque sus recursos las llevaron a él o porque creen esa opción la más adecuada.

El Cuadro de Mando Integral, además de actuar como un elemento de control de las variables estratégicas, que evalúa periódicamente si la empresa sigue el rumbo correcto, sirve o actúa como divulgador de la planificación estratégica. Con esta divulgación lo que se pretende es que los empleados conozcan aspectos como el número de reclamaciones, resultados de la satisfacción de los clientes… Estos aspectos variarán según la naturaleza de la organización.

Los empleados analizarán la información que reciban y adjudicarán un alto nivel de importancia a tales aspectos analizados. Esto sirve para encauzar las acciones de los empleados.

Podemos decir que la inclusión de ciertas variables en el Cuadro de Mando condiciona comportamientos clave para formalizar la “cultura de la empresa”.

Hemos visto una clasificación de empresas amplia, pero no queda claro qué personas están implicadas en la construcción de la estrategia.

Normalmente es difícil disociar la estrategia de la visión del fundador o líder. Aunque el diseño de una visión estratégica por parte de una persona conforme una empresa de éxito, con el paso del tiempo, va a requerir la implicación de otros individuos para ejecutar un buen plan estratégico.

Deben participar todas aquellas personas implicadas en la estrategia de la organización en cuestión, como socios o directivos que pueden aportar ideas valiosas y además definir como propias las directrices de la organización.

La estrategia debe ser revisada cada vez que se produzcan variaciones en el entorno que puedan afectar a los fundamentos. Para estas revisiones lo más conveniente es tener al máximo número de responsables y así facilitar la detección de dichos cambios.

Para seguir conociendo aspectos ligados a la gestión estratégica y el Cuadro de Mando Integral o Modelo Balanced Scorecard visite nuestra sección de cursos.