Existe una máxima que se repite a menudo en el acontecer diario de las organizaciones: “lo que no se mide, no se puede controlar”. Seleccionar indicadores de Calidad en ISO 9001:2015 adecuados garantiza que el sistema funcione según lo previsto, identificando a tiempo desviaciones en la producción que afectan la calidad de los productos y la satisfacción del cliente.