Liderazgo

Esta ley de liderazgo se explica muy bien empleando la figura de un gran líder: Gandhi.

Gandhi fue educado en Londres, terminó su carrera en leyes, regresó a la India y luego se trasladó a Sudáfrica. En Sudáfrica trabajó veinte años como abogado y activista político. Durante todo ese tiempo también se formó como líder, peleó por los derechos de los indios y otras minorías discriminadas por el gobierno segregacionista de Sudáfrica.

En 1914 Gandhi regresó a la India siendo ya muy conocido y respetado por todos sus compatriotas. En los años siguientes mucha gente lo buscaba gracias a su liderazgo.

Gandhi se convirtió en el líder de su gente y consiguió cambiar la visión del pueblo para lograr la libertad. Antes de que este líder tomase el mando usaban la violencia, pero Gandhi apostaba por conseguir el cambio en la India haciendo uso de la desobediencia civil pacífica. Él decía: “La no violencia es la fuerza más grande a disposición de la humanidad. Es más poderosa que el arma de destrucción más fuerte diseñada por el ingenio humano”.

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Gandhi desafió al pueblo a enfrentar la opresión con desobediencia y falta de cooperación pacíficas.

Y lo siguieron fielmente. Como líder les pidió a sus seguidores que no pelearan, y llegó el momento en que dejaron de hacerlo. He aquí algunos ejemplos: cuando exhortó a todos a quemar la ropa hecha en el exterior y usar solamente ropa de materiales hechos en la India, millones de personas comenzaron a hacerlo; cuando decidió que una marcha al mar para protestar contra la Ley de la Sal seria su punto de reunión para una desobediencia civil contra los británicos, los líderes de la nación lo siguieron doscientas millas a la ciudad de Dandi, donde fueron arrestados por representantes del gobierno.

Aunque la lucha por la independencia del pueblo indio fue muy lenta y dolorosa, el liderazgo de Gandhi tuvo la fuerza suficiente para lograrlo.

Así funciona esta ley de liderazgo del apoyo, El líder encuentra un sueño, y luego la gente. La gente encuentra al líder, y luego el sueño.

El liderazgo se empieza desde el principio

Si un líder quiere que sus seguidores apoyen su visión, primero debe asegurarse que lo apoyan a él mismo.

Muchos ven el aspecto de la visión en el liderazgo totalmente al revés. Creen que si la causa es lo suficientemente buena, los demás los apoyarán y seguirán. Pero el liderazgo no funciona así en realidad. Las personas primero apoyan al líder y luego su visión. Esto es muy importante de entender para dirigir a los seguidores. Si el líder no se ha ganado la credibilidad de su gente, no importará cuán grande sea la visión que tenga.

Del mismo modo, un mensaje solo tiene valor si el mensajero que lo lleva es digno de confianza. Esa es una de las razones de que los actores y los atletas sean contratados para promover productos. Por ejemplo, la gente compra los zapatos deportivos “Nike” porque confían en Michael Jordán, no necesariamente por la calidad de los mismos.

Cuando los individuos deciden apoyar a un líder, darán oportunidad a su visión. La gente quiere andar con individuos con quienes se lleva bien.

Líder y visión siempre juntos

El líder y su causa van siempre juntos, son inseparables. A continuación se explican una serie de circunstancias posibles y qué ocurre en cada una de ellas:

  • Cuando a los seguidores no les gusta el líder o la visión, buscan otro líder.
  • Cuando a los seguidores no les gusta el líder pero les gusta la visión, buscan también otro líder.
  • Cuando a los seguidores les gusta el líder pero no la visión, cambian la visión.
  • Cuando a los seguidores les gustan el líder y la visión, seguirán a ambos.

Esperar para conseguir el apoyo de los seguidores

Si un líder intenta que sus seguidores actúen en base a su visión pero no puede conseguirlo, probablemente hayan colisionado de frente con esta ley de liderazgo: la ley del apoyo.

Maxwell, en su obra “Las 21 leyes irrefutables del liderazgo” decía que en 1972 se dio cuenta de la importancia de este concepto. Fue cuando condujo a una iglesia en un programa de construcción multimillonario de un nuevo auditorio.

Antes de su llegada nadie se planteaba este proyecto, pero investigando observó que en buen éxito de la iglesia caminaría por ahí. Por ello esperó un tiempo para ganarse la credibilidad de la gente y que así lo apoyasen en su idea.

Y así lo hizo, se esforzó por ganarse la credibilidad de la congregación, concibió relaciones con los líderes de la iglesia y respondió las preguntas de todos para que pudieran entenderlo y conocerlo como líder. Compartió sus ideas, esperanzas y sueños y fomentó el crecimiento en la organización.

Todo esto aportó a las personas confianza en él y en su capacidad y, pasados uno seis meses todos apoyaban el proyecto de Maxwell.

Si desde el primer momento Maxwell hubiese implantado sus decisiones sin justificación alguna, solo porque era el líder, no hubiera tenido éxito en la iglesia y hubiese perjudicado a su capacidad para dirigir a sus seguidores.

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Un líder no gana puntos por fracasar en una causa noble. No se recibe mérito por “tener razón”. El buen éxito se mide por la capacidad del líder de llevar a sus seguidores a la meta que debe alcanzar. Pero no podrá realizarlo si primero no apoyan su liderazgo. Esa es la base de la Ley del Apoyo.

Si le interesa conocer más sobre leyes de liderazgo siga atento a nuestro blog.