Balanced Scorecard

El Cuadro de Mando de una organización tradicionalmente ha venido marcado por la vertiente financiera o control financiero de la misma, pero desde hace unos años se ha cambiado este modo de pensar, se ha llegado a la conclusión de que una gestión basada en las magnitudes financieras es insuficiente.

Un Cuadro de Mando útil y eficaz será aquel que pueda ejercer el control sobre las variables básicas que existen en cada organización, mediante un vistazo rápido. Estas variables básicas se extienden más allá de las finanzas, y probablemente, sea la combinación de todas ellas las que marquen la gestión eficaz.

El motivo de plantear que la vertiente financiera deje de ser la clave del Cuadro de Mando, es que los resultados financieros solo se conocen cuando estos ya se han producido, ante esto se hace necesario analizar otras magnitudes que sean la causa u origen de dichos resultados.

Por ejemplo, en una organización dedicada al suministro de oficinas se obtendrán beneficios a causa de la rapidez en que ésta realice sus entregas. Por tanto, es esencial controlar los tiempos desde que el cliente se pone en contacto con la organización para solicitar un pedido hasta que les son entregados los productos comprados.

El modelo de Norton y Kaplan analiza cuatro tipos de variables, de las cuales se obtienen los grupos de indicadores que aparecen a continuación:

  • Indicadores financieros.
  • Indicadores de la perspectiva del cliente.
  • Indicadores de procesos internos.
  • Indicadores del crecimiento y aprendizaje.

 

Una organización, sea la que sea, puede desarrollar otros grupos de indicadores, según el tipo de empresa de la que se trate.

El Cuadro de Mando debe entenderse como un resumen de los indicadores de funcionamiento de la organización. En él aparecerá toda la información que es necesaria tener antes de que los resultados se produzcan.

Por ejemplo, cuando nos disponemos a realizar un viaje en nuestro coche, ¿qué aspectos deben incluirse en el Cuadro de Mando? Deberemos controlar la velocidad, las revoluciones, la temperatura del motor y el nivel de combustible en el depósito. No nos interesará incluir otros aspectos como el recorrido que tienen los pistones dentro del cilindro, aunque si es necesario que salte algún tipo de alarma cuando algo que no controlamos de forma habitual deje de funcionar.

Entonces, ¿qué tipo de información debemos incluir en el Cuadro de Mando de nuestra organización?

No podemos generalizar sobre este contenido, debido a que las organizaciones no son iguales entre sí, por lo que los puntos de control necesarios para una no tienen por qué ser los mismos que para otra.

Lo que debe quedar claro es que en este cuadro de control deben aparecer los indicadores que aporten la información necesaria para la predicción y gestión de la organización.

Y, ¿por qué implantar un Cuadro de Mando? Las razones son varias y sencillas:

  • Todo lo que no se puede medir no se puede gestionar.
  • Las compañías gestionadas a través de medidas consiguen mejores resultados en aquellos puntos que consideran importantes.
  • Hay que evitar cometer el error de querer medir todo lo que ocurre dentro de la organización.

 

Este último punto implicaría un mayor coste de control que los beneficios que aportarían y, además, dificultaría el análisis debido a la gran cantidad de magnitudes que habría que analizar.

El Cuadro de Mando no debe incluir todas las variables medibles de la organización, solo aquellas que verdaderamente reflejan la situación real de la misma.

Estas magnitudes que la organización quiere medir y sus variables pueden aparecer en el Cuadro de Mando en formato gráfico, fácilmente entendible para el responsable que tiene que leerlo y tomar decisiones. Puede ser un gráfico de evolución, un gráfico de alarma, de posición u de otro tipo.

Lo más complicado del Cuadro de Mando es comenzar con él, por lo que lo más recomendado sería empezar por la parte financiera, porque es la parte más conocida y de la que se puede tener más información genérica. Esto es lo recomendable pero no podemos olvidar lo que ya hemos dicho, que no es la única magnitud a tener en cuenta.

El Cuadro de Mando nos debe dar una visión equilibrada de nuestra empresa, para ello es necesario abordar varios puntos de vista como:

  • Finanzas.
  • Estrategia.
  • Procesos internos.
  • Marketing y ventas.
  • Recursos Humanos.

 

El Cuadro de Mando debe establecer un equilibrio en la organización, entre indicadores financieros y no financieros, entre medidas internas y externas… Será el único documento para la dirección de la organización desde el que puedan controlar y gestionar la totalidad de la misma. De este equilibrio nace la denominación de Kaplan y Norton “Balanced Socorecard”.

Mediante el Balanced Scorecard, el sistema que la organización establezca debe permitir iniciar acciones de futuro considerando lo que ya ha pasado.

El Cuadro de Mando nos ayudará a tomar decisiones, no solo nos servirá como sistema de control o de gestión.

El paso previo de implantación de un Cuadro de Mando radicará en definir donde queremos que la organización llegue, es decir tendremos que trasladar las intenciones a números.

Si le interesa mantenerse actualizado en la gestión estratégica mediante el modelo de Cuadro de Mando o Balanced Scorecard, permanezca atento a nuestra sección de formación.