Auditor interno ISO 9001

Los Sistemas de Gestión de la Calidad pueden implantarse y certificarse conforme a la norma ISO 9001. Las organizaciones adoptan esta norma de forma voluntaria teniendo la posibilidad de ser implantada en cualquier tipo de organización, sea cual sea su tamaño, facturación, actividad, ubicación, número de unidades, etc.

Certificarse conforme a la ISO-9001 supone pasar con éxito una auditoría externa en la que una entidad certificadora acreditada para ello comprueba que el sistema de gestión de la calidad cumple con los requisitos estipulados en el estándar de referencia.

En el caso de las organizaciones del sector de la salud, éstas cuentan con otra figura relacionada con la calidad de los servicios sanitarios prestados. Es la Acreditación en Salud. En ella se lleva a cabo una evaluación que se centra en los procesos concretos que se desarrolla en las organizaciones implicadas en la prestación de servicios relacionados con la salud.

En esta acreditación, a la que las organizaciones se someten de forma voluntaria, se realiza un análisis del cumplimiento de diferentes estándares de tipo internacional y son entidades acreditadoras afiliadas a la Sociedad Internacional de Calidad en Salud o ISQua las que evalúan ese cumplimiento.

Aunque tienen bastante en común, la ISO9001 y la Acreditación de Salud presentan diferencias bastante acusadas. Si bien la primera es aplicable a cualquier organización, la segunda se centra en las que actúan en el ámbito de la salud. Las normas de referencia son diferentes así como los organismos que intervienen en la evaluación.

Acreditación y certificación no son excluyentes entre sí ni se sustituyen una a la otra, aunque hay que destacar que comparten características adicionales a las ya mencionadas de voluntariedad y evaluación conforme a normas internacionales. Estas son la orientación a la mejora continua y el enfoque hacia la gestión por procesos centrada en la atención al usuario / cliente.

Además compartes otras características como son los beneficios que se derivan de su obtención:

  • Se mejora la percepción de la organización por los usuarios/clientes y por otros grupos de interés.
  • Se reducen diferentes costes que se relacionan con la no calidad de los servicios ofrecidos.
  • Los procesos se mejoran de forma continua repercutiendo en la calidad de los servicios y, en última instancia, en la salud y calidad de vida de las personas atendidas.
  • Etc.

 

Elegir acreditarse o certificarse o, incluso, adoptar ambas dependerá de las necesidades de la organización del sector de la salud. En todo caso, ambas son opciones válidas y con numerosos beneficios para las organizaciones que las ponen en marcha y para los usuarios que son atendidos en las mismas.